lunes, 29 de octubre de 2007

el momento más feliz

El otro día un compañero empezó a hablar del momento más feliz de su vida. En general, la gente habla del día que tuvo a su hijo, el día que conoció a su mujer, etc. pero no es el caso. Este chico es joven, no tiene hijos y no está casado pero su respuesta me sorprendió un poco, ya que cuando habla de estas cosas uno se espera que se comente un momento sentimental, familiar, etc.
Sin embargo, en este caso, este compañero comentó: "mi momento más feliz..., 7 de la mañana en una discoteca, hasta arriba de copas o de lo que sea, y escuchando esto..."

miércoles, 17 de octubre de 2007

Historias bien contadas

Ayer leyendo algo por ahí y hablando con un compañero de trabajo empecé a pensar en lo hipócrita que es la gente (somos). Empezamos hablando de los hombres que les gustan a las mujeres y de las mujeres que les gustan a los hombres por algo que habíamos leído y acabamos hablando de lo importante que es contar las historias de una manera correcta y con una correcta ambientación.
La pregunta que me hacía con mi compañero era: ¿Por qué Richard Gere enamora a las mujeres en Pretty Woman? En realidad Richard Gere en esa película no es más que un snob, un tío forrado sin alma que no hace nada por nadie. Un día va con su coche caro por una calle de prostitutas y se sube a una prostituta de la calle a su coche y se la lleva a su hotel para cepillársela. La película acaba cuando Richard Gere decide que “le va a poner un piso” a la prostituta. ¿es esto romántico?
Si trato de imaginarme a un tío feo que coge su coche vulgar y se va a la Casa de Campo y allí se sube a una prostituta de Togo, o de Rumanía, se la lleva a su feo y viejo piso de Madrid y se la cepilla, estoy casi seguro de que el 90% de la gente lo encontraría repulsivo y diría que ese hombre es un “putero” y un sinvergüenza. Sin embargo, si cambiamos ese tío feo por un Richard Gere forrado hasta las trancas, el coche vulgar por el Lotus Espirit, la prostituta de Rumanía por Julia Roberts y el piso vulgar y feo por un lujoso ático, y si además le ponemos a la película una melodía pegadiza, se consigue que nadie hable de lo “putero” y lo sinvergüenza que es Richard Gere, sino de lo bonito que es el amor, ahí está la importancia de contar adecuadamente una historia.

martes, 16 de octubre de 2007

Mentiras

No mintáis muchachos. Mentir es feo.
A mi me da igual porque ya no me creo casi nada y me decepciono con pocas cosas, pero la gente es más inocente. Mi madre os oye y dice "que buen chico, que majo", pues no mamá, es mentira, es un perro como todos los demás.

viernes, 5 de octubre de 2007

marrón

Hola,

Como podéis haber visto, llevo un tiempo desaparecido, ¿cuál ha sido la causa?, pues fácil, un marrón en el trabajo, pero un marrón porque soy un poco idiota y porque mi trabajo es así.
Llevo 3 semanas casi fuera de combate saliendo muy tarde porque mi proyecto se ha complicado un poco y contra eso es bastante difícil luchar, sin embargo, la principal causa de que salga tarde es que 2-3 gerentes me han liado para realizar una propuesta para otro cliente. Hoy voy a explicar cómo se enmarrona a alguien, al estilo que lo hacían en barrio Sésamo (las explicaciones) y añadiré algunas frases textuales de mails recibidos.

Todo empezó cuando un día un gerente (A) con el que trabajé en su momento me envió un mail que empezaba de la siguiente manera:
“[mi_nombre],
te voy a plantear un reto y una oportunidad de la que me gustaría hablar contigo mañana a las 9:00am de Chile (15h españolas).”
Cuando alguien lee las palabras “reto” y “oportunidad” viniendo de un gerente la cosa se empieza a poner jodida, si además hay diferencia horaria date por muy jodido ya que te van a tocar llamadas y reuniones a horas intempestivas.

A continuación recibí otro mail de otro gerente (B) diciendo:
“Venga [mi_nombre], a por todas!! Mañana hablamos a primera hora....”

Un gerente que me anima, esto es la hostia, aquí si que lo voy a flipar. La cosa empieza a pintar muy mal…

Yo, que soy un tío muy inocente digo: “bueno, pues si, claro, me gustaría echaros una mano, como no, decidme en lo que os puedo ayudar y lo vemos…”

El siguiente correo que recibo viene remitido por (A) que me manda 4Mb. de información para realizar la propuesta, a la vez, me comenta:
“El martes 25/09 tenemos que entregarles la propuesta a [cliente]. Los hitos razonables serían:
* Miércoles 19/09: envíale la propuesta en el estado en que se encuentre y las dudas que tengas © (copianos al resto) para que te guíe, cuando lea esta frase se dará cuenta de que es la primera vez que oyes hablar de (tal cosa) y te podrá dar punteros para que te apoyen.
* Viernes 19/09: tendrías que tener una versión de la propuesta que puedas dar por terminada, y enviarla a los 3: (B), (C) y a mí.
* Lunes 24/09 @ 9:00 España: tienes en tu correo unos últimos comentarios para terminar la propuesta
* Lunes 24/09 @ final del día: envías tu versión final
* Martes 25/09: entregamos versión final técnica y económica”

Aquí ya entendí que estaba muy jodido, me sonaba a que el 90% del curro lo iba a hacer yo y los demás nada.

Tras currar hasta las 8 de la tarde todos los días en mi proyecto y después trabajar hasta la 1 de la mañana en una cosa de la que no tenía ni la menor idea, me encontré con dudas y decidía preguntárselas a los responsables. La respuesta no tiene desperdicio:
“[mi_nombre],
de verdad, yo no entiendo mucho de esto y estoy en Canadá (de vacaciones), son tres horas menos y roaming... no sé si (B) estará por Santiago (tb. de vacaciones), pero si no te puede ayudar él, como tú conoces a [un_cliente] creo que lo mejor sería que aclares las dudas que tengas con él”

O sea, que yo en Madrid como un gilipollas, uno en Canadá de vacaciones y el otro en Santiago tb. de vacaciones… y yo que no pinto nada tengo que llamar al cliente con el cambio horario para preguntarle… válgame Dios!!!

Tras tres semanas de trabajo enviando documentación, propuesta, nuevamente documentación, otra versión de la propuesta, recibiendo llamadas a las 2 de la madrugada (claro en santiago son 6 horas menos)… el día antes y con todo ya finiquitado recibo un mail de (A) que dice:
“Cuando tengamos OK el plan de trabajo calculamos os €€€.
[mi_nombre], despreocúpate. La finiquitaremos (B) y yo.

Saludos,”

Ya véis, ya me podía despreocupar.

Moraleja: esto es una mierda.