sábado, 27 de septiembre de 2008

viajar

Hoy he estado tomando algo con unos amigos. Uno de ellos es un viejo amigo. Hemos dialogado/discutido sobre mi viaje a Valdivia y las causas porque yo lo hice. Es notorio para el que lea este blog que yo no me quería ir a Validivia, pero al final me fui.
Hemos discutido sobre viajar por motivos laborales. Algunos de los presentes mantenían la postura de que no se podía viajar por motivos laborales, que había que negarse. Sin embargo, yo mantenía otra postura. Yo mantenía la postura de que te tiene que gustar. Tienes que armar una balanza. En un lado de la balanza pones dejar a tu familia, dejar a tus amigos, dejar tu vida, etc. En el otro lado de la balanza pones el dinero, conocer otro país, vivir otra cultura, la oportunidad de recorrer la zona a la que te manden, etc. ¿qué pesa más? Pues supongo que depende de la ocasión, del lugar, de la persona, etc.
Con todo lo que yo he criticado mi viaje a Valdivia supongo que alguno de los lectores del blog (si es que existen lectores del blog...) se sorprenderán de que yo defienda viajar. Pero he pensado (novedad en mi), y ... ¿cómo de rápido han pasado 3,5 meses en Madrid? ¿tú qué has hecho en estos 3,5 meses? Yo al menos puedo contar cosas, quizás no sean buenas cosas, pero puedo contar cosas. Una vez, un amigo me dijo algo que considero una gran verdad... "Lo peor de todo es si cumples 40 años y no tienes anéctodas que contar". Asi que éste es mi consejo... haced cosas distintas, cread anécdotas.
Y como fin... dejo una canción que conocí en Valdivia. El video ni idea. Es el único que he encontrado en youtube. Pero la canción me trae buenos recuerdos. Sino hubiera viajado nunca hubiera conocido esta canción.

2 comentarios:

La estatua del jardín botánico dijo...

Pues sí. Al final, de casi todo, sólo quedan las anécdotas. Lo igualan todo: el mal día con el bueno, una temporada en el fin del mundo con otra en el ombligo del universo... ¿Ves? Si no viviera donde vivo no podría decir que como en los mismos restaurantes que Leonardo Dantés. Si es que viajar da mucho mundo.

Ricardo dijo...

Yo estuve en el orfanato hasta que a los dieciocho me hice cargo del kiosko de souvenires...
.. ¡ah! y una vez ví un dirigible.

El vídeo está mal empotrado ("embedded").

La pregunta es, ¿te arrepientes de haber ido? No creo que te arrepientas.

Quedan las anécdotas y la visión más amplia de la vida y del mundo que te permite mirar con una perspectiva y una actitud diferente la rutina, lo común y lo cercano.